Tipos de Informes
Un informe pericial es un documento legal preparado por un perito experto en un área concreta, en mi caso la psicología. Un juez puede solicitar un peritaje psicológico de algún tipo para una o ambas partes del proceso judicial porque tenga dudas sobre las motivaciones, las ganancias secundarias, el estado mental o cualquier otro condicionante psicológico. Estos informes se enmarcan dentro del contexto de procesos judiciales, tanto penales como civiles, y el juez lo suele encargar a los psicólogos inscritos en el turno de intervención profesional del juzgado en el que trabaje. Este es un servicio gratuito para el ciudadano.
Al mismo tiempo, cualquiera de las partes puede contratar a un perito privado para hacerle un peritaje extra, además del solicitado por el juez. Esto se llevaría a cabo de forma privada, y tiene un coste para el solicitante.
En el área de la psicología se utilizan entrevistas personales, test y escalas psicológicos, y otros métodos como la revisión de la documentación aportada por la parte. Esta documentación puede consistir en otros informes periciales, informes médicos, fotografías, capturas de pantallas, audios grabados, vídeos, etc. Asimismo, el psicólogo se entrevistará con otros profesionales implicados en el caso para poder elaborar su informe. Es importante entender que la contratación de un perito forense privado no implica que este le vaya a realizar un informe favorable a quien lo contrate. El perito, como profesional, se limitará a evaluar todos los datos, e informar sobre las conclusiones a las que llegue tras su evaluación. Eso puede dar lugar a un informe favorable a la parte contratante, favorable a la otra parte, o completamente neutro. La parte contratante puede decidir no utilizar el informe en el proceso judicial, si este no le resulta interesante.
Un contrainforme sería un análisis pormenorizado de la metodología y conclusiones de otro informe anterior. El informe forense original encargado por el juez puede contener errores, o no mostrar de forma fiable toda la problemática del caso, llegando a unas conclusiones que alguna de las partes entienda que no se ajustan a la realidad. Por norma general esto ocurre por falta de tiempo, puesto que los peritos públicos pueden llegar a tener varios encargos a la vez. En este caso, cualquiera de las partes del proceso (demandante o demandado) tienen el derecho a contratar a un perito privado para que realice un contrainforme. En este tipo de informes el psicólogo perito no vuelve a realizar pruebas ni entrevistas a la parte contratante, sino que se limita a analizar lo que el primer perito expuso en su informe, elaborando un contrainforme que señale todo lo que no es correcto.
Un informe contrapericial es un tipo de informe en el que se repite todo el proceso realizado anteriormente por otro perito. Se valora el estado psicológico del peritado, algo que no hacemos en el contrainforme, y pasamos pruebas psicológicas, entrevistas, análisis de la documentación, etc., como explicado en el informe pericial. Una de las razones más frecuentes para solicitar una contrapericial es la sospecha de imparcialidad del perito anterior, o su falta de cualificación sobre la materia peritada. Para poder solicitar una contrapericial primero hay que impugnar la pericial original, algo de lo que se ocupa el abogado de la parte interesada.
Para elegir bien a un perito, hay que saber qué es exactamente lo que queremos probar en el proceso judicial, y elegir a un profesional que esté formado en ese campo. Por ejemplo, si necesitamos una pericial para valorar unos presuntos abusos sexuales a un menor, el psicólogo perito debe ser experto en esta área. Es importante asegurarse de que el profesional tiene la formación adecuada. Para esto debemos examinar su currículum vítae y hacerle todas las preguntas pertinentes, que nos ayuden a elegir mejor.